Vamos a hablar aquí de mitos en el sentido
común de algo cuya veracidad no se pone de manifiesto por evidencia
empírica o científica. Obtenemos ideas sobre lo que es el terrorismo en gran
parte de los medios de comunicación. Y es que el terrorismo con frecuencia
atrae una enorme cantidad de atención, a veces incluso del ámbito
internacional. Por ello es necesario realmente analizar los casos de terrorismo
cuidadosamente ya que las ideas pueden ser bastante diferentes y los
estereotipos podrían no sostenerse.
Para analizar
un gran número de casos, vamos a confiar en una base de datos que
es mantenida por el Centro de START, denominada La Base de Datos sobre
Terrorismo Global, o GTD (Global Terrorism Database). Contiene en
estos momentos, remontándose a 1970, más de 113.000 ataques terroristas de
todas partes del mundo. De hecho, el objetivo de la GTD es recopilar todos
y cada uno de los ataques terroristas que ocurran en cualquier lugar del
planeta, para lo que han estado esforzándose muy duramente.
Los estereotipos pueden sesgar la
investigación sobre un determinado hecho y no sólo en el caso de
terrorismo. Un homicidio muy mediático puede hacer cambiar la
legislación o los protocolos de prevención aunque dicho homicidio no represente
la generalidad de este tipo de acciones.
MITOS
1. Los ataques terroristas se estuvieron
incrementando rápidamente en los años previos al 11-S: si se piensa en toda la publicidad
generada por un ataque como el del 11-S (o análogos como Madrid, Oslo,
Bombay...), es fácil pensar que este ataque estaba representando una
especie de gran incremento, un gran aumento de ataques terroristas, y que
era, probablemente, el más notable de esos ataques. ¿Qué podemos decir sobre
esta idea de que los ataques terroristas estaban creciendo rápidamente en
los años anteriores al 11-S? De acuerdo con nuestros datos, los ataques
terroristas alcanzaron realmente su máximo en el siglo XX, no en los años
previos al 11-S. Hubo un destacado incremento en los ataques terroristas tras
1992, justo después del colapso de la Unión Soviética. El total de
ataques del año anterior al 11-S fue en realidad del mismo nivel aproximado
que había habido a mediados de los años 70. De hecho, en los
cuatro años previos al 11-S, los ataques terroristas mundiales estaban en
sus niveles más bajos desde hace unos veinte años. Desde el 11-S los ataques
han aumentado de nuevo drásticamente, hasta el punto de establecer nuevos
récords.
2. Los ataques terroristas llegan a todos
los rincones del mundo: el
que vivamos en un mundo tan interconectado, donde los medios
tienen presencia incluso en lugares relativamente aislados y lejanos, nos
da la impresión de que el terrorismo está ocurriendo en todas partes y que
podría ocurrir en cualquier sitio. Sin embargo, cuando analizamos
realmente los datos, si analizamos los datos de la GTD, por
ejemplo, podemos ver que, de hecho, los ataques terroristas tienden a
estar altamente concentrados. Y esto es cierto también para muchos tipos
de crímenes. Esta cobertura global de los medios nos da la incorrecta impresión
de que ningún lugar del planeta es realmente seguro. Pero, de hecho, los
análisis de la GTD indican que los ataques terroristas ocurren en
relativamente pocos lugares. Por ejemplo, los primeros diez países, en
términos de ataques terroristas, suponen cerca de la mitad de la actividad
terrorista mundial desde 1970. Esto Significa que aproximadamente el
5% del total de países del mundo suponen más del 50% de todos los ataques
terroristas. Si tomamos el 10% de países del mundo, suponen el 75% de
los ataques terroristas mundiales. Así que el terrorismo tiende a estar,
de hecho, muy concentrado y hay muchas partes del mundo donde es muy poco
probable que se sufra un ataque terrorista.
3. Los Estados Unidos son con más
frecuencia el objetivo de los terroristas que cualquier otro país del mundo: y esto se aplica especialmente al
11-S, porque recibió mucha publicidad, y no sólo en los Estados Unidos.
Cuando utilizamos la GTD para examinar realmente la frecuencia de los ataques
y el número de muertes por país nos encontramos con que EE.UU ocupa el
puesto 14 en el mundo, en términos de ataques totales, y
aproximadamente el 16, en términos de muertes totales. El país atacado con
mayor frecuencia en nuestra base de datos es Colombia y el país con mayor
número de muertes por terrorismo es Irak. De hecho, mientras que EE.UU ocupa el
puesto 16 en términos de muertes totales, una gran parte de esto se debe a
un solo acontecimiento, los ataques del 11-S, responsables de algo así
como el 90% del total de terrorismo de EE.UU. Si se sacan estos ataques de
las estimaciones las muertes por terrorismo en EE.UU son similares, por
ejemplo, a las de Canadá o Grecia.
4. La mayor parte de los ataques
involucran a grupos de individuos descontentos de un país, que atacan a civiles
en otro: pensamos de
nuevo en el 11-S, o, en este caso, alguno de los otros ataques
recientes de mayor notoriedad, como los de Bombay, Madrid y
Londres. Estos con frecuencia suponen una situación en la que individuos
de un país van a causar graves daños a otro. Así que, son lo que podríamos
llamar ataques internacionales. Pero, ¿cómo son de comunes estos ataques
internacionales? Ha sido muy difícil determinar esto hasta hace muy poco
porque ninguna de las bases de datos más importantes que han estudiado el
terrorismo distinguía entre ataques nacionales e internacionales. De
hecho, la GTD es una de las primeras bases de datos que realmente
incluye tanto ataques internacionales como nacionales cubriendo un largo
período de tiempo. Analizando los ataques terroristas en la
GTD, descubrimos que una gran proporción de los ataques involucraban a
agresores nacionales atacando a objetivos nacionales. A partir de los datos de
la GTD, nos encontramos con que más del 90% de los 17.000 ataques que
fueron atribuidos a estos grupos eran en realidad ataques nacionales. Así
que esto significa que en 9 de cada 10 ocasiones estos grupos operaban en
su país contra objetivos locales.
5. La mayor parte de los ataques
terroristas son increíblemente letales: tiene mucho sentido cuando pensamos en los ataques
terroristas que tienen mayor probabilidad de recibir
publicidad. Parecen ser altamente letales y ciertamente, si pensamos
en hechos como el 11-S, en Madrid, en Londres, en Bombay, es fácil suponer
que los ataques terroristas son increíblemente letales. Sin embargo,
cuando analizamos la GTD en conjunto, si analizamos los 113.000 casos,
nos encontramos que más de la mitad de todos los ataques terroristas desde
1970 no suponen ninguna muerte. Y cuando la gente oye esta estadística,
muchos piensan, ¿cómo puede ser así? ¿Cómo puede ser que
tantos ataques terroristas no hayan ocasionado en realidad ninguna
muerte? Hay varias razones para esto. La primera de ellas,
y quizás la más obvia, es que a veces los terroristas no tienen intención
de causar muertes. Algunas veces están dirigiendo sus esfuerzos a destruir
propiedades. Muchos ataques de los grupos medioambientales, como el ELF, o
grupos a favor de los derechos animales, como el ALF, han sido de este
tipo, en el que tienen como objetivo a determinadas clases de
instituciones, no a los individuos que están en ellas. Puede ser también
el caso de que los ataques se dirijan contra civiles, pero fracasen.
Y, finalmente, en muchos otros casos, los
terroristas no están tratando de causar muertes, incluso aunque creen
situaciones que podrían conducir a la muerte de personas. Por ejemplo, en
los años 70 y primeros años 80, era común en grupos como ETA, el IRA, las
Brigadas Rojas avisar a la gente antes de sus ataques, antes de
que detonasen las bombas, de modo que las personas no muriesen realmente
en los ataques. Así, este tipo de pensamiento condujo realmente al
investigador sobre terrorismo Brian Jenkins, hace muchos años, a sugerir que
“los terroristas quieren a muchos mirando y no a mucha gente muerta”. Por
supuesto, todavía quedan la mitad de los ataques, unos 50.000 ataques en
la GTD que han producido al menos una muerte.
Cerca del 2% de los ataques en nuestra
base de datos, unos 1.200 ataques, provocaron más de 25 muertes. Así
que, cuando se piensa en 1.200 ataques durante un período de 40 años que
produjeron más de 25 muertes, se trata de un problema muy serio. De
hecho, Brian Jenkins recientemente ha vuelto sobre su anterior
afirmación, y tras comprobar lo que ha venido ocurriendo durante la
última década, ha revisado su afirmación para decir que “muchos de los
terroristas de hoy en día no sólo quieren a mucha gente mirando, sino
muchas personas muertas”. Pero, sin embargo, en torno a la mitad de
todos los ataques terroristas desde 1970 registrados en la GTD no produjeron ninguna muerte.
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