miércoles, 2 de agosto de 2017

Cinco mitos sobre el Terrorismo

    Vamos a hablar aquí de mitos en el sentido común de algo cuya veracidad no se pone de manifiesto por evidencia empírica o científica. Obtenemos ideas sobre lo que es el terrorismo en gran parte de los medios de comunicación. Y es que el terrorismo con frecuencia atrae una enorme cantidad de atención, a veces incluso del ámbito internacional. Por ello es necesario realmente analizar los casos de terrorismo cuidadosamente ya que las ideas pueden ser bastante diferentes y los estereotipos podrían no sostenerse.

       Para analizar un gran número de casos, vamos a confiar en una base de datos que es mantenida por el Centro de START, denominada La Base de Datos sobre Terrorismo Global, o GTD (Global Terrorism Database). Contiene en estos momentos, remontándose a 1970, más de 113.000 ataques terroristas de todas partes del mundo. De hecho, el objetivo de la GTD es recopilar todos y cada uno de los ataques terroristas que ocurran en cualquier lugar del planeta, para lo que han estado esforzándose muy duramente.

Los estereotipos pueden sesgar la investigación sobre un determinado hecho y no sólo en el caso de terrorismo. Un homicidio muy mediático puede hacer cambiar la legislación o los protocolos de prevención aunque dicho homicidio no represente la generalidad de este tipo de acciones.


MITOS


1. Los ataques terroristas se estuvieron incrementando rápidamente en los años previos al 11-S: si se piensa en toda la publicidad generada por un ataque como el del 11-S (o análogos como Madrid, Oslo, Bombay...), es fácil pensar que este ataque estaba representando una especie de gran incremento, un gran aumento de ataques terroristas, y que era, probablemente, el más notable de esos ataques. ¿Qué podemos decir sobre esta idea de que los ataques terroristas estaban creciendo rápidamente en los años anteriores al 11-S? De acuerdo con nuestros datos, los ataques terroristas alcanzaron realmente su máximo en el siglo XX, no en los años previos al 11-S. Hubo un destacado incremento en los ataques terroristas tras 1992, justo después del colapso de la Unión Soviética. El total de ataques del año anterior al 11-S fue en realidad del mismo nivel aproximado que  había habido a mediados de los años 70. De hecho, en los cuatro años previos al 11-S, los ataques terroristas mundiales estaban en sus niveles más bajos desde hace unos veinte años. Desde el 11-S los ataques han aumentado de nuevo drásticamente, hasta el punto de establecer nuevos récords. 


2. Los ataques terroristas llegan a todos los rincones del mundo: el que vivamos en un mundo tan interconectado, donde los medios tienen presencia incluso en lugares relativamente aislados y lejanos, nos da la impresión de que el terrorismo está ocurriendo en todas partes y que podría ocurrir en cualquier sitio. Sin embargo, cuando analizamos realmente los datos, si analizamos los datos de la GTD, por ejemplo, podemos ver que, de hecho, los ataques terroristas tienden a estar altamente concentrados. Y esto es cierto también para muchos tipos de crímenes. Esta cobertura global de los medios nos da la incorrecta impresión de que ningún lugar del planeta es realmente seguro. Pero, de hecho, los análisis de la GTD indican que los ataques terroristas ocurren en relativamente pocos lugares. Por ejemplo, los primeros diez países, en términos de ataques terroristas, suponen cerca de la mitad de la actividad terrorista mundial desde 1970. Esto Significa que aproximadamente el 5% del total de países del mundo suponen más del 50% de todos los ataques terroristas. Si tomamos el 10% de países del mundo, suponen el 75% de los ataques terroristas mundiales. Así que el terrorismo tiende a estar, de hecho, muy concentrado y hay muchas partes del mundo donde es muy poco probable que se sufra un ataque terrorista.




3. Los Estados Unidos son con más frecuencia el objetivo de los terroristas que cualquier otro país del mundo: y esto se aplica especialmente al 11-S, porque recibió mucha publicidad, y no sólo en los Estados Unidos. Cuando utilizamos la GTD para examinar realmente la frecuencia de los ataques y el número de muertes por país nos encontramos con que EE.UU ocupa el puesto 14  en el mundo, en términos de ataques totales, y aproximadamente el 16, en términos de muertes totales. El país atacado con mayor frecuencia en nuestra base de datos es Colombia y el país con mayor número de muertes por terrorismo es Irak. De hecho, mientras que EE.UU ocupa el puesto 16 en términos de muertes totales, una gran parte de esto se debe a un solo acontecimiento, los ataques del 11-S, responsables de algo así como el 90% del total de terrorismo de EE.UU. Si se sacan estos ataques de las estimaciones las muertes por terrorismo en EE.UU son similares, por ejemplo, a las de Canadá o Grecia.


4. La mayor parte de los ataques involucran a grupos de individuos descontentos de un país, que atacan a civiles en otro: pensamos de nuevo en el 11-S, o, en este caso, alguno de los otros ataques recientes de mayor notoriedad, como los de Bombay, Madrid y Londres. Estos con frecuencia suponen una situación en la que individuos de un país van a causar graves daños a otro. Así que, son lo que podríamos llamar ataques internacionales. Pero, ¿cómo son de comunes estos ataques internacionales? Ha sido muy difícil determinar esto hasta hace muy poco porque ninguna de las bases de datos más importantes que han estudiado el terrorismo distinguía entre ataques nacionales e internacionales. De hecho, la GTD es una de las primeras bases de datos que realmente incluye tanto ataques internacionales como nacionales cubriendo un largo período de tiempo. Analizando los ataques terroristas en la GTD, descubrimos que una gran proporción de los ataques involucraban a agresores nacionales atacando a objetivos nacionales. A partir de los datos de la GTD, nos encontramos con que más del 90% de los 17.000 ataques que fueron atribuidos a estos grupos eran en realidad ataques nacionales. Así que esto significa que en 9 de cada 10 ocasiones estos grupos operaban en su país contra objetivos locales.


5. La mayor parte de los ataques terroristas son increíblemente letales: tiene mucho sentido cuando pensamos en los ataques terroristas que tienen mayor probabilidad de recibir publicidad. Parecen ser altamente letales y ciertamente, si pensamos en hechos como el 11-S, en Madrid, en Londres, en Bombay, es fácil suponer que los ataques terroristas son increíblemente letales. Sin embargo, cuando analizamos la GTD en conjunto, si analizamos los 113.000 casos, nos encontramos que más de la mitad de todos los ataques terroristas desde 1970 no suponen ninguna muerte. Y cuando la gente oye esta estadística, muchos piensan, ¿cómo puede ser así? ¿Cómo puede ser que tantos ataques terroristas no hayan ocasionado en realidad ninguna muerte? Hay varias razones para esto. La primera de ellas, y quizás la más obvia, es que a veces los terroristas no tienen intención de causar muertes. Algunas veces están dirigiendo sus esfuerzos a destruir propiedades. Muchos ataques de los grupos medioambientales, como el ELF, o grupos a favor de los derechos animales, como el ALF, han sido de este tipo, en el que tienen como objetivo a determinadas clases de instituciones, no a los individuos que están en ellas. Puede ser también el caso de que los ataques se dirijan contra civiles, pero fracasen. 


Y, finalmente, en muchos otros casos, los terroristas no están tratando de causar muertes, incluso aunque creen situaciones que podrían conducir a la muerte de personas. Por ejemplo, en los años 70 y primeros años 80, era común en grupos como ETA, el IRA, las Brigadas Rojas avisar a la gente antes de sus ataques, antes de que detonasen las bombas, de modo que las personas no muriesen realmente en los ataques. Así, este tipo de pensamiento condujo realmente al investigador sobre terrorismo Brian Jenkins, hace muchos años, a sugerir que “los terroristas quieren a muchos mirando y no a mucha gente muerta”. Por supuesto, todavía quedan la mitad de los ataques, unos 50.000 ataques en la GTD que han producido al menos una muerte.


Cerca del 2% de los ataques en nuestra base de datos, unos 1.200 ataques, provocaron más de 25 muertes. Así que, cuando se piensa en 1.200 ataques durante un período de 40 años que produjeron más de 25 muertes, se trata de un problema muy serio. De hecho, Brian Jenkins recientemente ha vuelto sobre su anterior afirmación, y tras comprobar lo que ha venido ocurriendo durante la última década, ha revisado su afirmación para decir que “muchos de los terroristas de hoy en día no sólo quieren a mucha gente mirando, sino muchas personas muertas”. Pero, sin embargo, en torno a la mitad de todos los ataques terroristas desde 1970 registrados en la GTD no produjeron ninguna muerte.