martes, 24 de octubre de 2017

INDUSTRIALIZACIÓN SOCIAL DEL PÁNICO COMO TÉCNICA TERRORISTA

       El objetivo del presente trabajo es el análisis y puesta en conocimiento de las ideas expresadas por el profesor José Sanmartín en el marco de las III Jornadas de Seguridad y Defensa celebradas en la Universidad Politécnica de Cartagena. En su conferencia, el doctor Sanmartín explicó, desde su punto de vista como especialista e investigador, la utilización del pánico como una de las técnicas más importantes empleadas por las organizaciones terroristas.

       En primer lugar, resulta necesario realizar una distinción entre lo que se puede considerar como “antiguo terrorismo” y “nuevo terrorismo”. Mientras que el primero se caracterizaba por unos objetivos políticos en la mayoría de sus casos claramente definidos (e.g. derrocar un gobierno), el segundo terrorismo carece de un objetivo nítido equiparable al anterior, no obstante, su principal propósito es el enfrentamiento de las sociedades. Esto es, trata de difundir un pánico moral, que los ciudadanos se dejen llevar por las emociones más irracionales, grabando a fuego la máxima: “hay un enemigo entre nosotros”.

       El pánico moral es un concepto desarrollado por Stanley Cohen en su obra “Demonios populares y pánicos morales” publicada en 1972. Aunque el principal objetivo de la obra de Cohen es el tratamiento de la delincuencia juvenil, su análisis y conclusiones son perfectamente extrapolables al ámbito del fenómeno terrorista. Entre otras causas, se pone énfasis en los medios de comunicación como elemento fundamental de la construcción de un pánico moral, amplificando sus consecuencias.

       El nuevo terrorismo busca una noche de San Bartolomé en cualquier sociedad, como aquella vivida en París en el año 1572 cuando los parisinos católicos persiguieron y mataron a sus vecinos protestantes. El fin (y no el medio) es generar una situación permanente de vulnerabilidad, que todos los ciudadanos se sientan inseguros y tengan miedo de ser asesinados en cualquier momento y en cualquier lugar.


CARACTERÍSTICAS
  • Exacerbación de la emotividad, así como de la irracionalidad, sentimientos y simbología. La figura del mártir resulta indispensable, es decir, los mártires son necesarios, y si no los hay se deben conseguir.
  • Duración más intensa que extensa. Cuanto más dura un acontecimiento más contra-respuestas se generan. Por ello no debe tomar mucho tiempo, pero la intensidad ha de ser máxima para afectar a la emoción de forma eficaz, en detrimento de la razón.
  • Demonización de un grupo. Es necesaria la creación de un “monstruo”, nadie va a negociar con ello: no interesa negociar. Sin “bestias negras” no hay pánico moral, de este modo cuanto más inocente más culpable. No interesan tanto agentes de seguridad sino civiles inocentes. Implementar la estrategia de nadie está seguro.
  • Estudios de caso. Se han evidenciado alianzas entre grupos terroristas y mafias, por lo que se presenta un terrorismo mercantilista donde cada vez la motivación política va a menos. Sanmartín destaca que los terroristas primero se hacen violentes y después buscan un fundamento para ello, por ejemplo, en una religión o ideología que anteriormente ni siquiera compartían.

LA ADAPTACIÓN TERRORISTA
  • El miedo como objetivo. De esta forma se consiguen más adeptos, siguiendo el razonamiento “prefiero estar con los que matan antes que con los que mueren”.
  •  Socialización del pánico.
  • El pánico como pandemia.
  • Estado permanente de ansiedad. Es económicamente rentable, puesto que el terrorismo genera dinero.
  • Golpear los sectores más sensibles. Escenas dantescas.
  • Donde menos se espera, donde más duele. La sorpresa se constituye como factor clave. Busca la destrucción del tejido social, la insolidaridad, un egoísmo brutal manifestado en la negación de ayuda y búsqueda de la protección individual.


LA INDUSTRIA DEL PÁNICO
  • Cultivo de la irracionalidad. Usar la racionalidad para infundir irracionalidad.
  • Búsqueda de la desproporcionalidad en el enemigo, para que posibles adeptos finalmente de decanten.
  • La subcultura de la omisión moral, contra las autoridades e instituciones legitimas. Se pretende una deslegitimación de las instituciones.
  • Imposición unilateral. El terrorismo es totalitarismo, por ello no hay nada que negociar.

RESULTADOS POLÍTICOS DEL PÁNICO MORAL
  • Rendición de una parte de la sociedad. Cuando hay ciudadanos que quieren negociar, el terrorismo ha ganado.
  • Activación del protagonismo suicida entre los políticos. Es un cálculo estructurado para acertar donde más daño sufre la clase política.
  • Desarrollo de la tensión. En caso de no haberla en el escenario elegido, el terrorismo la fomenta.
  • Ruptura de la paz social. Se pretende explotar deliberadamente las diferencias entre ricos y pobres, derecha e izquierda, etc. Está todo estudiado al detalle.

       Todo ello persigue en última instancia, la deslegitimación de los gobiernos por supuestas faltas de eficacia en la protección de sus ciudadanos.

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