jueves, 16 de junio de 2016

CRIMINOLOGÍA Y TERRORISMO

       La criminología es una ciencia interdisciplinar cuyo cometido es el estudio del delito y todos los elementos que lo rodean. Concretamente, estos elementos son: el delincuente, la víctima y los medios de control social, tanto formales como informales. De este modo, la criminología trata de ahondar en las causas que llevan a un individuo a delinquir, es decir, los factores que propician el delito.

       Existe una gran cantidad de tipologías delictivas en el mundo actual, todas ellas objeto de estudio de la criminología. Conviene resaltar que el delito es siempre un hecho social, cada sociedad sanciona y castiga determinadas conductas y las define como “antisociales”, apartadas de la cultura característica de esa colectividad. Es por ello que un mismo comportamiento puede constituir un delito en un determinado país, y con tan solo cruzar un puesto fronterizo esa conducta puede estar completamente despenalizada. El delito no es un fenómeno independiente, sino que va ligado a la cultura, la historia y la tradición de las sociedades. Por tanto, el saber criminológico debe tener una visión holística y objetiva, capaz de empatizar y entender el delito en sus distintas manifestaciones, en relación con el entramado sociocultural en el que se encuentra inmerso.

       No obstante, parece haber determinadas tipologías delictivas que constituyen la excepción que confirma la regla. Podemos encontrar delitos que superan esas barreras culturales que definen qué debe ser castigado. Conductas socialmente rechazadas en la mayor parte del globo terráqueo que ponen de manifiesto lo que se suele llamar “aldea global”, pequeñas semejanzas que sugieren la existencia de una sociedad única, mundial.

       Tal es el caso del terrorismo, un fenómeno global capaz de mantener en vilo a un gran número de países al mismo tiempo, capaz de unir a millones de personas para gritar en su contra. Este terrorismo está presente, en mayor o menor medida, en todos los continentes y afecta a casi todas las naciones, que elaboran sus propios planes de lucha contra el mismo.

       Definir el terrorismo es una tarea muy dificultosa, pues según los ideales de cada persona pueden quedar al margen unas conductas que para otros son parte esencial del fenómeno. Cada país emplea su propia definición, mediante la cual coloca la etiqueta de terrorista a quien realmente lo es o a quien le interesa criminalizar y liquidar, por diversos motivos, fundamentalmente políticos. Aun con estas dificultades, se pueden encontrar varios puntos comunes que caracterizan el fenómeno terrorista. De este modo, el terrorismo es aquella tipología delictiva caracterizada por una serie de actos violentos con la finalidad de infundir el miedo y el terror en una determinada sociedad o a un determinado colectivo, del que se busca  una determinada acción o la abstención de su realización. Calduch Cervera define el terrorismo como “una estrategia de relación política basada en el uso de la violencia y de las amenazas de la violencia por un grupo organizado, con objeto de inducir un sentimiento de terror o inseguridad extrema en una colectividad humana no beligerante y facilitar así el logro de sus demandas”. Gran parte de los autores que tratan el tema coinciden en señalar que los motivos que propician la actuación terrorista son eminentemente políticos. En último lugar cabe señalar la definición que realiza la Organización de las Naciones Unidas, puesto que es la garante de los derechos de las personas en todo el mundo. Para esta, el terrorismo es “cualquier acto, […] destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo”.

       Llegados a este punto, se puede constatar que la relación entre la ciencia criminológica y el terrorismo se hace más que obvia. En su camino hacia el estudio del delito, la criminología puede y debe tratar el fenómeno terrorista, puesto que se trata de una de las formas de criminalidad más globales y transversales que existen. La definición, los orígenes, el fundamento ideológico y doctrinal, los métodos, las personas que lo llevan a cabo… El estudio de todo ello se hace indispensable para entender una manifestación global de la violencia que estremece a las sociedades con cada nuevo acto. Actos diarios que suceden a lo largo y ancho del mundo pero cuyas repercusiones se encuentran sujetas al lugar donde se producen.

       Por todo ello, en este blog, el terrorismo será uno de los temas que trataremos con más profundidad, tratando de realizar análisis lo más exhaustivos posibles de sus características antes citadas y así contribuir, desde nuestros humildes conocimientos, al estudio de uno de los fenómenos más trascendentales del mundo actual.

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