lunes, 28 de noviembre de 2016

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN: SER CRIMINÓLOGO

       Ser criminólogo no es solo una profesión, que por desgracia, no está muy bien reconocida en España. No sólo es una carrera, ni sólo es la ciencia que se encarga de estudiar el crimen, de prevenirlo. No solo es una mezcla de Psicología, Derecho, Sociología y Trabajo Social. Es mucho más. Es una forma de ser, de ver las cosas, de vivir.

       Entré en Criminología como un mero trámite, un puente que tenía que cruzar para conseguir una meta superior. Sin embargo, tras tres años de carrera no soy la misma persona que entró. Soy más paciente, más imparcial, más objetivo, más reflexivo, más racional. Ya no me dejo llevar por reacciones sociales ni sensacionalismos mediáticos. Ya no me creo todo lo que me cuentan, ni todo lo que leo y veo por televisión, al menos, hasta que no lo he comprobado en distintas fuentes y por mí mismo. Ya no me dejo engañar por cualquiera. Ahora entiendo el poder de pensar, de reflexionar, criticar y hacer filosofía. Entiendo al que juzga y al que delinque. Ahora busco la aplicación de la Ley y de la Justicia y no de la venganza. Soy menos impulsivo y visceral. Soy más paciente, metódico y disciplinado. Leo más, me informo más, aprendo más. Ahora sé que no te puedes conformar con lo que hay en el exterior. Ni siquiera contigo mismo. Que si algo no funciona bien, puedes cambiar algo para que vaya mejor. Que todo es relativo a tu comportamiento y al cómo te tomas y afrontas los problemas.

       Posiblemente, todo esto no sea producto específico de la Criminología, y de hecho, es lo que espero, pues todo esto son las características que tendría que tener cualquier persona cuyo campo de trabajo sean las personas: objetividad e imparcialidad; ser capaz de dejar a un lado las ideologías, las creencias y los prejuicios.

       Pero en mi caso concreto ha sido la Criminología la que me ha dado mucho más que un conocimiento sobre un campo (que relativamente pude considerarse amplio), me ha dado una nueva vida. Le debo mucho a la Criminología y por ello estaré en deuda con ella toda mi vida.

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