lunes, 18 de julio de 2016

NOTICIAS: Precaución ante la irracionalidad


EL MIEDO, LOS PREJUICIOS, LA IRRACIONALIDAD Y LOS ESTIGMAS NO SE PUEDEN PROPAGAR.

ATENTADO DE ESTAMBUL

       Como todos sabemos, Turquía ha sido objetivo de un atentado terrorista que se llevó a cabo alrededor de las 22:00 de este martes y que ha producido, por el momento, 41 muertos y 239 heridos. Dicho atentado aún no ha sido reivindicado por ningún grupo terrorista pero las primeras investigaciones apuntan a que podría ser obra del DAESH.

       Sin embargo, hoy no estamos aquí para describir dicho atentado, sino más bien, para advertir a la mayor gente posible de los prejuicios y generalizaciones de los que pueden ser presa sino razonan y no usan su capacidad crítica como consecuencia de movimientos  y pensamientos sociales llevados por el miedo y la ira, y que siempre surgen tras este tipo de conflictos. Estos prejuicios, generalizaciones y estigmas van dirigidos al Islam, y esto no podemos dejar que sea así. 


       La Criminología tiene como fin, aparte de la prevención o reducción de la delincuencia, la comprensión del individuo, en sus diferentes aspectos (psicológico, social...), y el estudio de los factores que le han llevado, o le han incrementado la necesidad, de obrar en contra de la Ley.  Y es por ello que nuestro ámbito no contempla la valoración de las creencias o ideologías por las que, en este caso, han llevado a estos tres terroristas de Estambul a obrar de dicha manera. Esto no quita que un criminólogo pueda tener más o menos conocimientos sobre dichas creencias para poder comprender, más profundamente, los procesos psicológicos que han movido a ciertas personas a comportarse así.


       Por todo ello, me veo en la obligación de citar una pequeña parte de la obra "Miedo a la libertad", de Erich Fromm, el cual habla sobre este aspecto:


       "Al estudiar el significado psicológico de una doctrina político o religiosa, debemos ante todo tener presente que el análisis psicológico no implica juicio alguno acerca de la verdad de la doctrina analizada. Esta última cuestión sólo puede ser juzgada en los términos de la estructura lógica del problema mismo. El análisis de los motivos psíquicos existentes detrás de ciertas doctrinas o ideas no puede ser nunca un sustituto del juicio racional referente a la validez de la doctrina y de sus valores implícitos, aun cuando aquel análisis puede conducir a una mejor comprensión del significado real de la doctrina, y de este modo influir sobre el propio juicio de valor.

       Lo que el análisis psicológico de las doctrinas puede mostrar son las motivaciones subjetivas que proporcionan a una persona la conciencia de ciertos problemas y le hacen buscar una respuesta en determinadas direcciones. Cualquier clase de pensamiento, verdadero o falso, si representa algo más que una conformidad superficial con las ideas convencionales, es motivado por las necesidades subjetivas y los intereses de la persona que lo piensa. Ocurre que ciertos intereses se ven favorecidos por el hallazgo de la verdad, mientras que otros lo son por su destrucción. En ambos casos los motivos psicológicos constituyen incentivos importantes para llegar a ciertas conclusiones. Hasta podríamos ir más lejos y afirmar que aquellas idead que no se hallan arraigadas en poderosas necesidades de personalidad ejercerán poca influencia sobre las acciones y la vida toda del individuo en cuestión".



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